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Santuario El Señor de la Salud.
Santa Rosa de Viterbo, Boyacá
Fiesta principal 14 de Septiembre. |
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SANTA ROSA DE VITERBO
PÁRROCO ACTUAL: Padre Aurelio Carrillo Becerra. E-mail. aureliocb@hotmail.com
VICARIO PARROQUIAL: Padre Willian Javier Vargas
DIRECCIÓN: Carrera 4 No. 8-20. Casa Cural. Santa Rosa de Viterbo
TELEFAX: 7860014
HORARIO DE ATENCIÓN: Lunes, martes, jueves, viernes 9-11 y 2-4 pm. Sábado y domingo 9-11 am.
CORREO ELECTRÓNICO: santuarioelsenordelasalud@hotmail.es
facebook: Parroquia Santa Rosa Viterbo |
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SANTA ROSA DE VITERBO
PÁRROCO ACTUAL: Padre Aurelio Carrillo Becerra. E-mail. aureliocb@hotmail.com
VICARIO PARROQUIAL: Padre Willian Javier Vargas
DIRECCIÓN: Carrera 4 No. 8-20. Casa Cural. Santa Rosa de Viterbo
TELEFAX: 7860014
HORARIO DE ATENCIÓN: Lunes, martes, jueves, viernes 9-11 y 2-4 pm. Sábado y domingo 9-11 am.
CORREO ELECTRÓNICO: santuarioelsenordelasalud@hotmail.es
facebook: Parroquia Santa Rosa Viterbo
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HORARIO DE MISAS:
De lunes a Sábado: 6:15: a.m. y 5:30 p.m.
Domingo: 6:00 a.m., 7:00 a.m., 8:00 a.m., 9:00 a.m., 10:00 a.m., 11:00 a.m. 12:00 m., 6:00 p.m.
En el Cementerio: los sábados en la tarde hay misas de la 1:00 p.m. hasta las 4:30 p.m.
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PEREGRINACIÓN AL SEÑOR DE LA SALUD
Tercer sábado de cada mes. 8:00 a.m., 9:00 a.m., 10:00 a.m. y 4:00 p.m.
FIESTA PRINCIPAL: Septiembre 14. |
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RESEÑA HISTÓRICA DE LA ROMERÍA AL SEÑOR DE LA SALUD
Cuenta la historia que a finales del siglo XVII las autoridades eclesiásticas y civiles, en compañía de los feligreses del pueblo de Santa Rosa de Viterbo, resolvieron dotar a la Iglesia de un Cristo crucificado y debía ser fabricado por artesanos de gran prestigio. En esos tiempos estaba en su más alto nivel la Escuela Quiteña, que fabricaba esculturas y pinturas que hoy son verdaderas joyas artísticas.
La otra leyenda narra que de la República Italiana traían un Cristo muy bello con destino a la Ciudad de Pasto, pero al llegar al puerto de Buenaventura fue enviada al municipio de Santa Rosa de Viterbo. El Cristo fue tallado con la madera más fina y su expresión de inmenso dolor conmueve a todos los creyentes.
Su traslado de la capital de la República al municipio donde será venerado durante siglos, se hace en una carroza que fue tirada por yunta de bueyes y acompañada por curas doctrineros, prestantes caballeros y gente del común, lo mismo que gentes oriundas de la que sería más tarde la Noble y Culta Villa Republicana de Santa Rosa de Viterbo.
En aquella época el temible flagelo de las epidemias golpeaba la población del altiplano Cundiboyacense y lo más grave era que no tenían cura alguna; al enterarse de que por el camino real viajaba una procesión con un Cristo milagroso, los habitantes de las comarcas salían a su paso a contemplarlo y a pedirle el más grande don que tiene el hombre, como es la salud, y todos al unísono repetían: "Salud Señor, Salud" y ahí empezaría a llamarse el Señor de la Salud, Los que iban quedando en el camino también le repetían que a su santuario irían a visitarlo.
La procesión iba creciendo y al llegar al pueblo de Tuta, donde había una epidemia de tifo, lo mismo que en los pueblos de Tunja, Cómbita, Sorocá, Motavita, Cucaita, Sora, Toca y otras más, tan pronto llegó el Señor de la Salud, con su misericordia aplacó la enfermedad y los feligreses de estos Municipios se trasladaron al poblado de Tuta y allí permanecieron por más de ocho días con el Cristo milagroso de la Salud y al despedirse los habitantes de esta campiña Boyacense, compungidos por personas que por más de dos siglos visitan la Ciudad, prometieron hacer romerías de peregrinos que todos los catorce de Septiembre de cada año hacen para visitar al Señor de la Salud.
Y fue así como a la partida del Señor de la Salud del Municipio de Tuta, se ha venido cumpliendo año tras año, generación tras generación, viajando a su Santuario a darle las gracias por los favores recibidos e implorarle por la salud del alma y el cuerpo, lo mismo que llevan con orgullo y fe, el escapulario con su imagen y la de Santa Rosa de Viterbo.
Todos los catorce de Septiembre se hacen presentes los promeseros a cumplir con su palabra; pagar "La Manda", con toda su familia en la Misa mayor, allí le contarán sus cuitas y le pedirán sus favores. A la salida del Santuario hay que saludar a los compadres, vecinos y amigos, piquetear, tomarse sus anotoles y más tarde aparecerá el tiple, el requinto, la carraca y el Capador para echar una canta, bailar un torbellino y pasarla lo mejor que se pueda. |
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